¿Popular o tan solo materia disponible?

Sucede que desde que vivo sola me he vuelto popular. No hay día en la que un chico no me invite a salir o alguna amiga tenga ganas de “hacer algo” divertido. Sin embargo, esta repentina popularidad me hace reflexionar sobre si me he vuelto más "chevere" o tan solo me ven como materia disponible.

Reflexionando: sigo siendo la misma Carito de 1.58 metros, 52 kilos, cabello castaño y ojos achinados; sigo teniendo la misma sonrisa y reniego por las mismas cosas; mantengo el mismo trabajo; no salgo en la tele; en suma, soy la misma. Entonces no habría motivo para ser más popular.

Por otro lado, ahora no tengo hora de salida y mucho menos hora de llegada, no tengo que pedir permiso a mis padres para salir (pues a mis 23 años aún pedía permiso a mis padres para salir cuando vivía con ellos) ni darles explicaciones sobre dónde o con quien salgo, por el momento solo trabajo hasta las 6pm y no tengo novio, lo que me hace pensar que mis amigas me ven como materia disponible para cafés, helados, chelas o juergas completas; y que mis amigos o bueno, pseudo amigos, podrían ver como materia disponible para cafés, helados, chelas, juergas completas, todas las anteriores o todo lo demás sin contar ninguna de las anteriores.

Lo típico. A ver chicos: ¿Qués es lo primero que se les cruza por la cabeza si se enteran que una chica de 23 años, recien graduadita, con todas las ganas de vivir, moderna y encima guapa (modestia aparte) , se independiza?... Recuerdo que alguna vez mi hermano me definía su "chica perfecta", y justamente una de las características más importantes de las nenas que entraban en esta tipologia era la de vivir solas. Ahora, con un poquito más de años y experiencia, supongo que la independencia de una mujer es una gran ventaja para el conquistador, pues podrán reemplazar el cine por una película de 3 soles sin que el abuelito de la familia comparta la sala o la hermanita se aproveche de él y le pida propina, podrán reemplazar una cena en un restaurant lindo por una cena de sopa maruchan y papas fritas cocinadas en la cocina de la novia, y cosas por el estilo. En buen cristiano, el afortunado que conquiste una chica independiente ahorra tiempo y harta plata.

Entonces, caigo en la realidad: no me he vuelto más popular... pero tampoco soy materia disponible!!! LLego todos los días del trabajo y tengo que jugar a la cocinita y alistar mi lonchera del día siguiente, tengo que sacar la basura, limpiar la cocina y mi baño, lavar en ocasiones, en otras terminar trabajo de la oficina, hablar por teléfono 45 minutos con mi madre, etc etc, aparte de eso no me da la gana de salir con chicos por ahora, no ingiero alcohol en cantidades industriales, el café y el helado me suben la presión y las juergas de fin de semana se han transformado en sábados de visita a casa de mis papás para ver el show de los sueños. En suma, la responsabilidad de vivir sola me está volviendo adulto y los adultos viven cansados y aburridos!! jajaja

Aquí les dejo el link de una canción que me identifica mucho: "Independent Woman" de Destiny´s child:

http://www.youtube.com/watch?v=WuMmfDWMLgY

Lo que una descubre viviendo sola.

Contra todo pronóstico, hoy cumplo una semana viviendo sola. Más de una amiga re juró que después del fin de semana de visita en casa de mis padres, no regresaría al departamento. Pero aquí estoy. Allí estoy.

A decir verdades, esta semana no la he sentido tan trágica. Me he mantenido ocupada y sin tiempo para extrañar a la familia. Soy una persona un tanto (bastante) fría, pensé que sufría de mamitis pero voy descubriendo (descubrimiento número uno), que no.

Anoche mis padres y mi hermana me visitaron. Mi adorada madre al verme exclamó con la voz entrecortada: “estás flaca!!!!, seguro no comes!!!”… Soy exagerada, pero mi madre ya es el extremo del extremo de la exageración elevada a una potencia exagerada. Tan solo nos dejamos de ver tres días y ya pronosticó que tengo inicios de anorexia, anemia crónica y depresión suicida. Mi madre es realmente espectacular.

La visita dejó como resultado mi refrigeradora llena de verduras extrañas (solo conozco las clásicas lechuga, tomate, zanahoria, cebolla, brócoli, pepino; a las demás no me las han presentado formalmente, las como y me gustan pero no se sus nombres), huevos frescos, pechuga de pollo sazonada y lista para freir (¿o sancochar?), un par de paquetes de galleta de agua y una promesa de ir a quedarme en casa de mis padres desde el viernes hasta el domingo ¿Es obligatorio cumplir promesas? ¿Si no las cumplo me iré al infierno? Que ventajoso, soy agnóstica.

¿He aprendido algo esta semana? Más que aprender, he descubierto algunas cosas que parecen estúpidas, pero en mi caso son cruciales para mi vida en adelante. Los descubrimientos efectuados por esta señorita en una semana de independencia, son:

1. Descubrimiento número uno: no tengo mamitis.
2. Descubrimiento número dos: es muy ventajoso vivir cerca de todo.
3. Descubrimiento número tres: tengo una obsesión con la limpieza ç
4. Descubrimiento número cuatro: soy shoppaholic, no me importa si gasto en ropa y zapatos o en lechugas y utensilios de limpieza con tal de poner en práctica mi deporte favorito: comprar.
5. Descubrimiento número cinco: Existen como 20 tipos de papas y 4 clases de tomates en Tottus.
6. Descubrimiento número seis: por más que sean intolerantes a la lactosa: NUNCA usen leche de soya para preparar puré de papas…
7. Descubrimiento número siete: NUNCA se arreglen el pelo antes de intentar cocinar.
8. Descubrimiento número ocho: amo mi soledad.

Viviendo sola

Y se concretó. Estoy viviendo sola.

"Viviendo sola" es un decir, aunque a “decir” verdades, ni veo a mi roommate.

El jueves me mudé. Cargué mis pocas chivas de la casa de mis papás y pernocté por primera vez en el departamento. Cada día me enamoro más del departamento que Funny comparte conmigo, estoy contenta.
La mudanza fue una shit… un estrés no encontrar las cosas que embalé, no saber como ubicar la nueva cama de dos plazas que adquirí, y no hallar un sitio perfecto para descansar mi laptop. Descubrí que tengo que gastar otros cuantos soles para vivir con la misma comodidad con la que vivía en casa de mis papás y que tengo un vecino churrísimo.

La primera noche fue la del jueves 02 de Julio. Mis papás conocieron el departamento y les gustó. Cuando subían por el ascensor se toparon con un tío lejano que casualmente habita en el mismo edificio… felizmente nunca me he visto con ese tío lejano… solo faltaría que el vecino churro que ví en el pasadizo sea mi primo… demasiada novela no?

Quedé sola en del departamento y comencé con la organización de la habitación y del baño. Como dije antes, la habitación y el baño han sido decorados en colores naranja y amarillo-mostaza, han quedado lindos aunque aún falta mucho para que lleguen a ser como realmente deseo.

A las 8:45pm caí rendida con un dolor de espalda a cuestas y un hambre voraz. “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Se me antojó la sopa de pollo que todas las noches rechazaba a mi madre y cambiaba por un vaso de yogurt disque Light de lúcuma y por primera vez extrañé no estar en casa (y eso que solamente habían pasado 14 horas desde la última vez que pisé la casa de mis padres para dirigirme al trabajo).

Sabiendo que no hay nada que me anime más que hacer compras, salí rumbo a Metro de Pershing y corrí hacía la sección dedicada a las personas que sin saber o sin querer cocinar se aventuran a no ir a un restaurant y tomar sopa de pollo en casa: comida precocida en cajita. Compré la sopa de pollo que alguna vez tomé después de la juergaza sabatina llegando a casa de mi prima recién casada, y otras cosas básicas como yogurt, galletas y cigarros.

Aún Funny no había llegado al departamento. “Cociné” la sopa instantánea y recibí la primera llamada de mi madre. Sucede que no se había inmutado aún de mi ausencia hasta la hora de la cena en la que tenía a mi padre y mis hermanos sentados esperando que sirva la clásica sopa de pollo y sobraba un sitio a la izquierda de la silla de Kell (mi hermana). Es curioso, HACE AÑOS QUE NO CENO EN FAMILIA porque llegaba tarde a casa o porque simplemente no cenaba, así que su argumento de “sobra una silla en la mesa” no era válido. Sentía sus lágrimas como mías hasta que mi papá le quitó el celular para decirme que no eran lágrimas de pena las que botaba mi madre, sino que estaba resfriadita… tengo 23 años, no 13 años papá!

Comprendo que el hecho de destetar a la hija no mayor de la familia, dejar que salga del nido, que se desentrañe del seno familiar o como quiera se diga, es duro, y resulta lógico que emerjan algunas lágrimas de la mamá de los pollitos. Lo superaremos.

Estoy contenta. Anoche hice las compras para la semana. Cualquiera que me viera en Tottus de San Isidro se habría dado cuenta que era la primera vez que paseaba por la sección verduras ¿sabían que existen como 10 tipos de papas, que no existe el condimento comino-pimienta, sino que es comino y pimienta por separado (si, así de ignorante he sido), y que hay aceite de girasol, de maíz y de no se qué otros tipos más? Realmente toda una experiencia la de anoche. Solía gastar dinero en ropa y zapatos, y ahora mis caprichos tienen que competir con un atado de betarragas, latas de atún y comidas en cajita.

Aún no añoro el hogar familiar. Veremos como evoluciona mi vida en estos días.